martes, 2 de noviembre de 2010

CUIDADOS

Me resulta difícil hablar de este tema. Quizás es porque realmente he reflexionado demasiado acerca de él. Pero los cuidados es algo realmente abstracto. Lo primero q se nos viene a la cabeza es una tirita, o una caricia, o una charla con alguien, pero los cuidados van más allá. Para mi es más sencillo cuidar q cuidarme, y así he funcionado durante toda mi vida. Pero por fin, empiezo a entender q si no me cuido no puedo cuidar, y q la primera de la lista soy yo. Durante mucho tiempo (en realidad toda mi vida) he vivido en el mundo al revés, y he creído q el hecho de estar por los demás me proporcionaba bienestar. Bueno, no deja de ser cierto, hay un cierto bienestar, pero no un bien-estar o estar-bien. Porque sólo reconforta en la superficie, te da reconocimiento social y te hace sentir, por un instante, más segura. Pero se esfuma como el humo y desaparece. Por eso he terminado en una espiral de auténtico vértigo donde no cesaba de buscar las causas, incluso de crearlas, para volver a sentirme así. Q difícil me cuesta escribir esto, pero es cierto, al menos ahora.

Y esto q tiene q ver con el papá? Seguro q te lo preguntas... Bien, todo. Como he venido reflexionando en mis mails, uno de los grandes y poderosos aprendizajes q estamos compartiendo los que estamos cerca del papá, es la capacidad de observación de las cosas lentas. Vivimos en un mundo de vértigo en la que pasan cientos de imágenes por segundo, todo es rápido e intenso. Sin embargo, todo el proceso del papá ha sido pausado, tranquilo y muy lento. Esto nos ha llevado a muy diversos momentos: impaciencia, desespero, tristeza desmesurada, por no hablar de la imparable mente q no hace más q ponernos trampas, abrir preguntas sin respuesta y ponernos en situaciones absolutamente absurdas. Así es ella. Y bueno será ella hasta q por fin logre q sea un ello y se convierta en un mero instrumento, pero aún estoy en camino...



En fin, con todo esto (creo q me he perdido hasta yo), a lo q voy es q en realidad, aunque creamos q nosotros estamos cuidando del papá, con la acupuntura, las caricias, la homeopatía, los masajes, los besos, dulces palabras, etc. en realidad, la pura verdad es quien nos cuida ahora es él. Gracias a él estamos acá, unidos, pensando cómo hacer las cosas mejor, como colaborar, aprendiendo a ver las cosas pequeñas, los cambios lentos, aprendiendo a cuidarnos, a escucharnos y a querernos, cada día, un poquito más. Gracias papá por ofrecernos todo esto. Gracias por enseñarme el camino para empezar a quererme y aceptarme tal y como soy, gracias por rodearme de un montón de hombres y mujeres maravillosas q me cuidan y me enseñan a aceptar ser cuidada.  Como me dijo un amigo: optimista es aquel q ve oportunidades en las calamidades. Bien, a pesar de q me gustaría q las cosas fueran diferentes, desde hoy, esto no es ninguna calamidad, es una gran oportunidad. 
 
“Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo”



J. Cortázar
No podía ser más acertado. Un beso grande.

Mony

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